Osmosis: ¿cómo detectarla?

El fenómeno de la osmosis es un problema que puede afectar gravemente una embarcación, hasta se podría decir que es una «enfermedad». Por suerte, es un proceso muy lento y, si se detecta a tiempo, tiene solución.

Primero, vamos a determinar qué es exactamente la osmosis y cómo se forma:

Todo empieza cuando el agua del mar consigue penetrar en el casco, sobrepasando la capa de gelcoat superficial que protege e impermeabiliza las fibras del laminado del casco. Esto pasa sobretodo en embarcaciones que ya tengan una cierta edad, ya que el gelcoat se va deteriorando al  cabo de los años y va perdiendo sus propiedades de impermeabilidad. Una vez el agua ha penetrado, ésta irá humedeciendo poco a poco las fibras, poniendo en riesgo la unión de estas ya que se irá disolviendo y reaccionando con la resina de poliéster que hace de matriz.

Esta resina de poliéster, al ser un compuesto químico derivado del petróleo, reaccionará con el agua (hidrólisis) y se formará ácido acético de mayor densidad que el agua del mar. Ahora entra en juego el fenómeno físico llamado presión osmótica que, sin entrar en detalles, hace que el ácido intente salir del casco pasando por las fibras donde el agua ya había penetrado y por el gelcoat. El problema que se encuentra el ácido es que el gelcoat aún mantiene propiedades impermeables y, aunque haya dejado entrar el agua, no dejará salir al ácido acético ya que éste tiene una mayor densidad. Esto hace que se quede atrapado entre las fibras y el gelcoat, formando como resultado unas ampollas en la superficie del casco, siendo la señal más clara de la presencia de osmosis:

Para asegurarnos de que dichas ampollas contengan ácido acético, lo mejor es abrir una y inspeccionar su contenido. Primero hay que determinar si su tacto es viscoso y si tiene un olor parecido al del vinagre. Después, lo mejor es coger un papel detector de pH y mojarlo en la sustancia viscosa y comparar el color resultante del papel con los de la escala indicadora de ácido-base. Si sale un color que corresponde entre un nivel de 3 a 6 de pH significa que el casco sufre de osmosis.

Hay que tener en cuenta que todos las embarcaciones invernadas a flote corren mucho más riesgo, aunque también hay que decir que las modernas resinas de poliéster (Viniléster, isoftálicas, etc) son bastante más resistentes e impermeables que las utilizadas por los grandes astilleros hace 20 o 30 años, por no hablar de los barcos laminados con matriz de resina epoxy, que casi se pueden considerar exentos de este problema.

Un barco invernado en seco está más a salvo de la osmosis a no ser que tenga agua estancada en sus sentinas, un tema que muchos descuidan y que también abre la puerta del agua hacia los laminados de fibra.

Si tu barco presenta síntomas… No te preocupes, todo tiene solución.